Contar con un escritorio en casa para mí es algo fundamental, necesito tener un espacio de trabajo por pequeño que sea para poder tener el ordenador y trabajar en él siempre que lo necesite. Antes de cambiarnos de casa, ésta no era demasiado grande y lo tenía integrado en el salón por lo que no podía montarme una zona de trabajo en condiciones. Me conformaba con una mesa y el ordenador en una esquinita del salón. Pero ahora, en la nueva casa, tenemos espacio de sobra para poner una zona de trabajo. Lo mejor de no tener el ordenador en el salón, es que el maridinchi no me da conversación mientras trabajo y me concentro bastante más sin el televisor de fondo por lo que termino mucho antes lo que tenga que hacer. Pero sin duda, la principal ventaja de tener el escritorio en una habitación distinta al salón es que puedo crear un espacio funcional y bonito.


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